La Asociación de Padres y Madres del CEIP San Andrés nos ha remitido una carta de protesta por la pérdida de un maestro en el colegio. Reproducimos textualmente la carta, donde ponen de manifiesto que hasta que la situación del colegio no se solucionen (a día de hoy sólo tiene un maestro) no enviarán a sus hijos al colegio:
Resulta muy grato escribir acerca de lo que suponen las escuelas unitarias para los pueblos en los que están. Se podría escribir mucho acerca de la calidad educativa que imparten como escuela rica en la potenciación de valores sociales, en los resultados académicos que se obtienen en las mismas, debido principalmente al menor número de alumnos por aula, a la existencia de un aprendizaje en el cual los alumnos van aprendiendo unos con otros, y al oír y repasar los contenidos cuando se explican a los distintos grupos que la integran, así los alumnos se van familiarizando con los aprendizajes futuros, los más pequeños aprenden de los mayores y los mayores enseñan a los más pequeños, …estamos hablando de un clima social y afectivo en la escuela que fomenta una educación para formar personas de una forma integral. Estamos hablando de una escuela que funciona como una familia dentro de la comunidad educativa donde el contacto entre el profesorado, los alumnos y los padres y madres se hace de una forma natural y amistosa, estableciéndose una relación estrecha entre los mismos para conocer las condiciones familiares, las dificultades, el trabajo, la participación, la organización, la autonomía,… y muchos aspectos más tan necesarios para conseguir un rendimiento adecuado. Pero este comentario no es el fin de este escrito.
¿Por qué una comunidad educativa se ve obligada a recurrir a los medios de comunicación para defender sus derechos?
Este el es caso del Colegio de Infantil y Primaria de San Andrés perteneciente al pueblo de San Andrés y Sauces en La Palma. Nosotros/as, padres y madres del colegio queremos transmitir a la opinión pública que nos hemos visto obligados a dejar a nuestros hijos en nuestras casas, como medida de presión, privándolos de sus derechos como menores, ya que perteneciéndole dos maestros a la unitaria se ha suprimido uno de ellos, lo que obliga a reagrupar a todo el alumnado en un aula con un solo maestro. Estamos hablando de un centro que tiene 16 alumnos de infantil de 3, 4 y 5 años, y alumnos de todos los ciclos de la Educación Primaria. Este hecho, según recogen los acuerdos firmados por la Consejería de Educación y los representantes sindicales de las escuelas unitarias, supone el derecho a dos maestros ya que la ratio establecida es que entre 16 y 35 alumnos se nombrarán dos maestros para atender los alumnos/as.
Además de esta circunstancia, que por lógica bastaría para no suprimir la unidad, que ha venido existiendo desde hace muchos años, tenemos que mencionar que para el siguiente curso escolar se matricularán 7 niños más de 3 años en la escuela. No entremos a comentar las actividades que se organizan a través de la unitaria, y que dinamizan de forma clara y puntual la vida social y cultural del lugar en el que se encuentra. ¿Por qué se quiere privar a estos niños de su escuela cuando los padres, las madres y los propios niños y niñas la quieren?
Por si esto fuera poco, resulta que la Consejería de Educación autoriza de nuevo esa unidad el día 13 de septiembre, motivo por el cual, los padres y madres del colegio deciden mandar a sus hijos/as a la escuela y antes de que termine la jornada escolar del día 14, esa unidad es nuevamente suprimida sin ningún tipo de explicación a los padres y madres. Este hecho hace que se reúnan de nuevo y decidan continuar con su propuesta y difundir a través de los medios oportunos tal situación.
Ante tales circunstancias, esta comunidad educativa, contando con el apoyo demostrable de los futuros padres, del profesorado que interviene, los vecinos del lugar, así como de aquellos cargos públicos y políticos a los que se les ha explicado nuestra situación, hemos decidido no mandar nuestros hijos/as a la escuela.
Que contradicción tan grande; queremos la escuela y no mandamos a los niños y niñas a la misma, pero desgraciadamente, ante la falta de explicaciones y respuestas ante la supresión, queremos expresar públicamente nuestra oposición ante tal política educativa en la que priman los presupuestos antes que la calidad de la escuela canaria, priman los presupuestos ante un modelo educativo que ha demostrado ser eficiente, querido y apoyado por las gentes que lo forman.
Deseamos por el bien de todos, que no tengamos que seguir mucho tiempo más, sin mandar a nuestros hijos/as a nuestra unitaria y a la vez advertimos que no estamos dispuestos a que nadie pisotee nuestros derechos y menos los de nuestros hijos. Pedimos a los responsables educativos de tal decisión que valoren la situación y apliquen los acuerdos de la misma manera en toda la Comunidad Canaria, ya que sabemos que no se está haciendo… pero esto forma parte ya de otro documento.
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