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Crónica de una ruptura anunciada

Desde mayo de 2010 empezaron a detectarse pequeñas fugas de agua en La Laguna

  • El director de la obra pidió en febrero que se evacuara líquido por los fallos
  • Varios técnicos dicen que la solución pasa por hacer la balsa de nuevo

La Laguna de Barlovento sufrió una importante rotura en abril de 2011 y aún no se ha inciado su reparación.

Poco a poco se van conociendo más detalles sobre la rotura de la balsa de Barlovento el sábado 16 de abril, una vez que han ido cayendo por su propio peso las primeras conjeturas que fueron desde achacar la responsabilidad a un terremoto a localizar el problema en las obras que se ejecutaron tras la ruptura de 2005. Lamentablemente, todo apunta al relato de la crónica de una rotura anunciada.

Un informe técnico al que ha tenido acceso este periódico pone de manifiesto que La Laguna venía teniendo algunos problemas desde al menos mayo de 2010. Se trataba de pequeñas fugas, en torno a 0,25 litros/minuto, que tienen lugar por varios drenes a lo largo de ese año y comienzos de 2011. También se detectaron fisuras en la galería (14 de mayo de 2010 y 23 de diciembre de 2010) y "un empuje del dado de hormigón del frente (de la galería) de unos 6-8 cm", en diciembre de 2010, según recoge el citado informe donde no se especifica claramente de quién es la autoría pero por su composición se ven que son anotaciones que recogen técnicos de la misma
balsa.

Estas circunstancias fueron las que llevaron a que en febrero de 2011, a petición del Consejo Insular de Aguas, el ingeniero director de las obras, Pedro Calderón, visitase La Laguna.

El escrito que remite Pedro Calderón al Consejo Insular de Aguas el 28 de febrero de 2011 recoge textualmente que "con una altura de agua en la balsa al nivel de los máximos límites históricos alcanzados, la red de drenaje está evacuando unos caudales sospechosos, y el extremo final de la nueva galería de servicio presenta diversas grietas que ponen de manifiesto movimientos no previstos en este extremo, y que, en caso de ir a más, pueden provocar nuevas averías con fugas de agua. Esta Dirección Técnica está preparando unas pequeñas y rápidas obras de refuerzo de este extremo para atajar y estabilizar los movimientos observados, y solicita de esa gerencia el desembalse de agua de La Laguna hasta los niveles de agua que se tenían a finales del pasado mes de noviembre, en que comenzaron a observarse los problemas enunciados, para evitar el riesgo de una nueva importante avería y garantizar la seguridad durante los trabajos de refuerzo".

Se constata así que ya se habían detectado problemas importantes que podrían derivar en graves, como ocurrió el pasado sábado, 16 de abril. Las pérdidas de agua recomendadas son las que el Consejo realizó de forma controlada, aunque ya se venían produciendo pequeñas pérdidas con anterioridad. Y, en último lugar, los trabajos de la Dirección General de Aguas en la galería no eran rutinarias, por la colaboración del Gobierno de Canarias con el Consejo Insular de Aguas, tal y como se informó en la rueda de prensa en el que se presentaron los primeros informes, sino por los defectos localizados.

"Hay que hacer una balsa nueva, si no se volverá a romper"

Fuentes técnicas consultadas por este periódico aseguran que los problemas que ha tenido la balsa hasta ahora se podían haber evitado si las obras se hubieran hecho bien pero no ha sido así. "No se pueden hacer las cosas tan mal en un terreno tan complicado", señalan.

Según estas fuentes, la solución pasa por tirar lo que está hecho y volverlo hacer porque "hay un defecto de ejecución y diseño y un problema de control y explotación de la balsa que en ningún caso son achacables al Ministerio de Ambiente sino a la propia Consejería de Obras Públicas y al Consejo Insular de Aguas". El ministerio, indican estas fuentes, puso el dinero pero quien ejecutó y dirigió las obras, fue la Consejería de Obras Públicas y quien se ocupa del mantenimiento y explotación de la balsa es el Consejo Insular de Aguas.

Estas fuentes insisten en que si no se hace la balsa de nuevo se volverá a romper y que no vale con que ahora se hagan "parcheos" de cambiar las lámimas rotas, echar cemento y llenarla con menos agua porque "con eso lo único que se va a conseguir es que tarde un poco más en romperse, pero que se volverá romper porque hay un fallo de diseño y de ejecución ya que la balsa está hecha en un cráter con un material que cuando se moja, se hunde".

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