El "Mensa" ganó, jugó y luchó

¡Por fin! En el "Silvestre Carrillo" se llegó a disfrutar en la mañana-tarde del domingo de un completo espectáculo y un resultado (1-0), satisfactorio para los graderíos rojinegros. La felicidad fue completa para el mensajerismo al salvar el difícil obstáculo que suponía la visita de un Arenas Club de Getxo, sin duda peligroso, donde venía clasificado en el octavo lugar con puntos (17).

El "Mensa" de Roberto Aguirre corrió que se las peló. El equipo luchó, mostró el corazón entre los dientes, decenas de kilómetros. Todo sin cansarse: demostrando que físicamente estuvo bien. Lo que otras mañanas-tardes supuso torpeza y contrariedad para el C.D. Mensajero, se convirtió con empuje hacia la meta del Arenas Club, defendida por Txemi. Los de Roberto Aguirre supieron aprovechar las circunstancias con dominio constante en los primeros cuarenta y cinco minutos y, de esta forma dar satisfacción a una "afición" enfervorizada por el triunfo en esta decimotercera jornada. El C.D. Mensajero debe seguir luchando con ahínco para estar en rampa de lanzamiento, hacia el objetivo de la salvación para la permanencia en esta Segunda División B.

El C.D. Mensajero salió de forma fulgurante, con un fútbol vistoso, preciso y luchando por ambas bandas, al que respondía el Arenas Club con un juego seguro, potente y peligroso, más los rojinegros que los visitantes vestidos de azul. Los espectadores se divertían de lo lindo y gozaban de un buen espectáculo.

Había tiempo a establecer posiciones sobre la cancha de juego y conocer la partitura entregada por los técnicos, Roberto Aguirre y Jon Pérez Bolo, a los suyos era la del contragolpe cuando un pase llega, el balón a los dominios del "capitán" Fede, en el minuto veinticinco, que no falló (1-0). A partir de ese momento, las oportunidades se sucedieron una tras otra ante el entusiasmo de los graderíos, que coreaban una y otra vez las penetraciones de su escuadra. No jugaba tan mal el Arenas Club como pudiera parecer por el marcador. Un remate con la cabeza de Zumalakarregui dentro del área local que manda al poste y el esférico sale fuera de la cancha de juego, minuto veintiocho.

El equipo rojinegro creó algo más de peligro que siguió buscando aumentar el casillero. El C.D. Mensajero ha funcionado como una maquina sincronizada, algo que el míster asturiano Roberto Aguirre viene buscando desde hace tiempo, pero que se le ha negado ante lo que va de Liga, que es lo que desea. A la seguridad defensiva, respondía una transmisión ágil en el centro de la cancha de juego, sobre todo por las bandas donde Yeray y Dani López fueron verdaderos estiletes que desbordaban a sus oponentes. Sus centros multiplicaban las oportunidades de gol que pudieron hacer un marcador más abultado.

En la segunda mitad, al Arenas Club no le cabía otra opción que dar la cara, cosa que hizo con un dominio que no concretó en nada, porque entonces fue cuando mejor se mostró la defensa rojinegra y Ione Puga en las contadas ocasiones que se le puso a prueba. Fue un segundo tiempo cuando los rojinegros pudieron interpretar algo la partitura del contragolpe, aunque no consiguiesen aumentar el marcador.

Uno a cero puede ser un sedante que cambie el signo. Quizá sea esto lo más positivo del triunfo conseguido. Ahora lo que hace falta es que no cambie ese gran rendimiento que ha conseguido en la mañana-tarde del domingo. Los rojinegros ya corren y ganan, que es bastante.

ESCRIBE: Miguel Pérez.