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El velo islámico en clase ¿Sí o no?

Quizá Canarias es diferente, pues el asunto no se ha planteado aquí, y mucho menos con la crudeza con que lo hace en la meseta. Parece también que en Madrid los colegios de raíz religiosa y que están concertados son los más belicosos a la hora de no admitir a las chicas musulmanas que pretenden entrar en clase con el hiyab en la cabeza. ¿Vale realmente la pena armar un conflicto por el hecho de que algunas pretendan ir a clase con el pañuelo, el velo islámico? En Francia el asunto es tabú: el laicismo prohíbe entrar en clase con símbolos religiosos. Y como desafío integrista, como respuesta, hay mujeres que se visten el burka en plena calle. En EEUU el modelo es radicalmente diferente: en los centros educativos hay libertad para portar cruces, estrellas de David, velo islámico o cualquier otro atavío de raíz religiosa.

En las tertulias madrileñas y en las encuestas periodísticas la mayoría de las opiniones son contrarias al velo islámico en clase. Las feministas dicen que es un signo de sometimiento de la mujer, la ultraderecha opina que vienen los moros. El aula es un espacio pagado con los impuestos de todos, en el que concurren profesores y alumnos de diversas ideas. Unos son creyentes, otros son agnósticos, algunos son ateos. En los aeropuertos canarios hemos visto chicas marroquíes que viviendo entre nosotros jamás llevan el pañuelo, y sólo se lo ponen cuando están a punto de subirse al avión. Tras los atentados del 11-M el pañuelo es un signo religioso-cultural e identitario que algunos padres exigen a sus hijas como elemento de afirmación frente a occidente.

En Turquía ha habido disturbios porque en las universidades no se tolera el hiyab, lo contó muy bien Omar Pamuk en su espléndida novela Nieve. ¿Y ustedes qué opinan? ¿Creamos un conflicto que en las islas no se da, acaso porque el insular es más cosmopolita y tolerante? Ya nos enseñaron los británicos a ser liberales en las costumbres. ¿O exigimos que los centros clarifiquen en su ideario si aceptan o no este signo de otra religión, e imponemos normas algo inquisitoriales? Si bien España no es confesional, en algunos centros el ideario católico y a veces ultracatólico se mantiene fuerte. ¿Fuera crucifijos, y fuera también el hiyab? ¿O lo contrario?

 

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